"Los_tiempos políticos han cambiado. El empeño ahora no es derribar al gobierno por la fuerza de las armas. Las voces que reclaman derechos y respeto tienen cauces para hacerse oír y sentir. Mientras la validez de esos cauces sean también motivaciones de las nuevas luchas y predomine la sensatez en la actuación de la sociedad y de las personas al frente de instituciones vigentes, habrá posibilidades de imprimirle un giro extraordinario a la actual administración pública, por el bien del país y de este pueblo.
El parecido que hoy muestra Ortega con Somoza debe llamarnos a la reflexión y a la acción. Nadie ha de querer que reediten los trágicos años que ya vivimos. Nadie ha de querer que surjan nuevamente los grupos autodenominados “mano blanca”, o “mano negra”. Nadie ha de querer ver el cuerpo inerte de su hijo o hija tendida en la calle, en el camino, o la trocha por efecto de la represión y el castigo por alzar su voz en protesta contra los abusos y arbitrariedades oficiales. Nadie ha de querer estar preso por acusaciones infundadas y condenados por inescrupulosos responsables de la administración de la justicia.
En todo caso, que Ortega y Somoza dejen de ser la misma cosa es una misión de la cual debemos ocuparnos todos y todas, sin más miramientos. Mientras más tardemos más nos costará reanudar el camino a un futuro libre de dictaduras." *http://www.casamerica.es
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